10 Jul Tarifa Industrial de luz indexada
Para las industrias, el gasto energético representa una parte muy importante de su presupuesto, independientemente del sector al que pertenezcan. Por eso es fundamental elegir la tarifa industrial de luz más adecuada y que reporte mayor ahorro, clave para mejorar la rentabilidad anual.
La tarifa industrial de luz indexada tiene muchas ventajas para aquellas empresas con alta demanda energética, y puede suponer una considerable reducción del presupuesto en electricidad. En este post explicamos qué características tiene una tarifa industrial de luz, por qué modalidad indexada puede tener grandes ventajas económicas, y para qué modelo de industria es más conveniente.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la tarifa industrial de luz?
Una tarifa de luz para industria es aquella que está destinada a empresas con alta demanda de energía. Este es el caso de las industrias, que normalmente tienen funcionando simultáneamente varias máquinas y por ello requieren un término de potencia alto.
El patrón de consumo en industrias puede variar. Algunas concentran su demanda de energía en períodos determinados, y otras realizan un consumo más constante. Este y otros factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de elegir la mejor tarifa industrial de luz. Se trata de una decisión importante, y más considerando cuánto paga de luz una empresa industrial en España: el precio que asumen las industrias españolas por la electricidad supera en aproximadamente un 30% a la media europea.
Además, como puedes leer en nuestro post El consumo eléctrico en la industria española, desde el año 2010 las tarifa de luz industrial han aumentado un 22% en España, mientras que en EEUU el ascenso solo ha sido del 6%. Garantizar la competitividad de una empresa con alto consumo energético en España, pasa por elegir cuidadosamente la tarifa de luz para industria que reporte más beneficios a la actividad.
¿Qué tarifa industrial de luz existe?
La tarifas industrial de luz se clasifica principalmente en función de la potencia que ofrece:
- Tarifas 6.1A y 6.1B: destinadas a grandes fábricas e industrias que requieren más de 450 kW de potencia.
- Tarifa 3.1A: destinada a fábricas e industrias pequeñas que requieren menos de 450 kW de potencia.
En ambos casos, la tarifa luz industrial tiene dos modalidades: puede tener precio fijo o precio indexado. A continuación vemos sus diferencias.
Ventajas de la tarifa industrial de luz indexada vs tarifa industrial de luz fija
Una tarifa industrial de luz fija garantiza un precio fijo de energía durante 12/24 meses dependiendo de las condiciones contractuales. Lo más habitual es firmar un año debido a que el mercado eléctrico es muy volátil. Este tipo de modalidad le permite prever según los consumos del año anterior (si son similares) el coste de energía que tendría antes de que le llegue la factura.
En tarifas de más de 450 kW de potencia contratada, hay seis periodos distintos (P1, P2, P3, P4, P5 y P6). En cada uno de ellos el precio del kWh es diferente y se mantiene fijo siempre.
Una tarifa industrial de luz fija permite a empresas con alto consumo eléctrico estimar de antemano su gasto energético, ya que este va a ser constante durante el periodo de vigencia del contrato. Hay que tener en cuenta que una tarifa industrial de luz fija está sujeta a permanencia, con lo cual la cancelación previa a la finalización del contrato conlleva penalización.
La particularidad de una tarifa industrial de luz indexada es que no existe un precio del kWh prefijado. Hay diversas modalidades de ofertas indexadas, pero la más habitual es la pass-through. El importe que paga el cliente, es el del mercado mayorista, que varía cada hora según su precio en el mercado diario de electricidad de OMIE y el perfil de consumo del cliente con un pequeño margen que es el coste de la gestión de la comercializadora por realizar la compra de energía.
A este importe se añaden las tarifas de acceso por el uso de redes de transporte y distribución, así como los impuestos (eléctrico e IVA) y el alquiler del contador (si no se tiene en propiedad).
Una tarifa industrial de luz indexada puede suponer una reducción del coste del suministro eléctrico sobre una tarifa industrial fija de hasta el 20%. El porcentaje de ahorro dependerá de cómo evolucionen los precios diarios del mercado mayorista y el perfil de consumo del cliente, por tanto no puede predecirse con una certeza total. Para garantizar un mayor ahorro con una tarifa industrial de luz indexada conviene mantenerla durante varios años, de modo que los periodos con precios más bajos compensen aquellos en los que el kWh en el mercado mayorista haya sido más alto.
En definitiva, una tarifa industrial de luz indexada representa una oportunidad de ahorro pero implica asumir cierto riesgo derivado de la volatilidad del mercado eléctrico.
¿Cuándo es preferible la tarifa industrial de luz indexada?
Cómo has visto, una tarifa industrial de luz fija tiene un precio estable para cada periodo del día de la discriminación horaria por periodos. Estos precios se mantienen invariables durante la vigencia del contrato. Contratando una tarifa industrial de luz de este tipo el riesgo es irrelevante ya que, en caso de un repunte del precio la energía en el mercado eléctrico, este será asumido por la comercializadora y el cliente seguirá pagando el precio consensuado en el contrato. Sin embargo con esa tarifa tampoco puedes beneficiarte de las bajadas de precio, que como hemos explicado anteriormente pueden llegar a suponer hasta un 20% de ahorro respecto a tener una tarifa industrial de luz fija.
Entonces, ¿cuándo merece la pena una tarifa industrial de luz indexada? Las empresas que más pueden beneficiarse de las ventajas de tarifas industriales de luz indexadas son aquellas que pueden ejercer su actividad en los periodos, horas o meses en los que el precio de la electricidad es más bajo y que puedan asumir que un mes la factura sea más alta y otra más baja porque al final del contrato el importe pagado será más económico que el precio fijo.
Hay que subrayar que una tarifa industrial de luz indexada conlleva un mínimo periodo de permanencia, tan solo de 3 meses. Esto es una ventaja, ya que permiten a las industrias realizar una comparativa sin asumir un riesgo a largo plazo.
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