La bajada del IVA en la factura de la luz

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La bajada del IVA en la factura de la luz

Es muy posible que en los últimos meses hayas visto en las noticias que el precio de la electricidad se disparó cuando Filomena cubrió gran parte del país de blanco. Y no solo eso, es que además no ha parado de subir desde entonces y ha llegado a valores que superan los alcanzados cuando la borrasca nos obligó a encerrarnos en casa. Luego vino la nueva factura por franjas horarias, que te permitía huir de las horas a las que la luz era más cara. Ahora nos dicen baja el IVA de la luz. ¿Menudo lío, no? En realidad no, vamos a verlo.

Concretemos ¿en qué consiste la bajada del IVA y a quién afecta?

El pasado 24 de junio un Consejo de Ministros extraordinario aprobó pasar el IVA aplicado al precio de la electricidad del 21% al 10%. Recuerda que el primero es el IVA comercial que se aplica por defecto a la mayoría de productos y servicios, mientras que el segundo es el IVA reducido, que grava sobre todo los alimentos y la hostelería. A partir del 26 del mismo mes, todas las facturas emitidas llevaban ya aplicada la reducción.

Hay que aclarar que el cambio afecta a la totalidad de la factura y no a alguno de sus conceptos, por lo que se trata de una reducción sobre el precio total. Para beneficiarse de ella hay que tener contratada una potencia igual o inferior a 10 kilovatios, lo que cubre la mayoría de hogares españoles y una parte importante de pequeños comercios.

De momento, la bajada del IVA tiene fecha de caducidad: solo hasta el 31 de diciembre de este año, momento en que el gobierno la volverá a evaluar. Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la condición para prorrogar el IVA reducido en nuestra factura será que el precio mensual del mercado mayorista permanezca por encima de los 45 euros por megavatio hora (MWh).

 

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Es decir, se trata de una medida que por el momento es coyuntural y tiene por objeto paliar la presión sobre las economías familiares que está suponiendo la escalada de los precios de la electricidad que se viene produciendo desde el mes de marzo. Si la condición del precio mensual no se cumpliera, volveríamos al IVA general. Es necesario señalar que Bruselas da su aprobación solo si es una reducción transitoria.

La excepción son los consumidores acogidos al bono social de la electricidad, es decir, aquellos a los que se ha reconocido como “vulnerables severos o vulnerables severos en riesgo de exclusión”. Estos hogares seguirán pagando el IVA reducido.

Entonces, ¿cuánto me voy a ahorrar?

Esta es realmente la pregunta que te estás haciendo, porque es la que afecta directamente a tu bolsillo. Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, afirmó que la rebaja va a suponer un ahorro mensual para los hogares de 6 euros. De aquí a final de año, periodo en que estará vigente la medida, eso supondrá unos 36 euros.

En el supuesto de que el gobierno decidiera prorrogar la medida el 31 de diciembre, el ahorro anual en la factura nos supondría unos 72 euros.

Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el nuevo tipo supondrá un ahorro total para los consumidores de 650 millones de euros en el presente año. También implicará, desde luego, una importante reducción en los ingresos del Estado en un momento difícil provocado por el COVID-19.

Las cuentas le salen algo diferentes a Rubén Sánchez, secretario general de Facua. Según él, el ahorro mensual será algo mayor, de unos 6,75 euros. Es decir, 40,5 euros de aquí a final de año.

Algo menos optimistas se muestran en la OCU. Ellos afirman que el ahorro será de 6,5 euros mensuales (39 euros en lo que queda de 2021).

Muy bien, pero ¿por qué ha subido tanto la luz?

Seguro que esta pregunta también te la estás haciendo, porque realmente es notorio que los precios de la electricidad han estado subiendo desde marzo de forma preocupante para las economías domésticas. Aunque la respuesta no es igual de sencilla, sino que responde a varios factores.

Es muy probable que ya tengas una respuesta: “me la han liado con la nueva factura de la luz y ahora tengo que pagar más”. Pero lo cierto es que la escalada de precios tiene mucho que ver con la situación provocada por la pandemia de COVID-19.

Cuando, en marzo de 2020, se produjo el confinamiento de la población y todas las medidas aparejadas que todos conocemos de sobra, la demanda de electricidad se contrajo de forma notable debido a la grave crisis económica que siguió y, consecuentemente, los precios cayeron.

Luego llegaron las primeras noticias esperanzadoras: varias compañías farmacéuticas por todo el mundo desarrollaron vacunas eficaces para frenar la enfermedad, se acabó el confinamiento, la población comenzó a vacunarse de forma masiva, se relajaron las medidas de distanciamiento social y se ampliaron los horarios de apertura de comercios.

¿Qué ocurrió? Pues, lógicamente, que la economía comenzó a remontar el bache y, por lo tanto, se disparó el consumo de electricidad.

Únele a eso que estamos al inicio de una ola de calor notable que, igual no es necesario aclararlo, requiere de un mayor consumo eléctrico.

Por otro lado, tenemos otros dos factores que encarecen la producción:

  • El precio del gas natural.
  • Las fuentes de energía que generan más CO2 deben comprar derechos de emisión.

Ambos valores han estado subiendo y, por lo tanto, encareciendo el precio de mercado de la producción electricidad. Y eso repercute en tu factura. Pero es el momento de aprender algunas cosas.

Contexto: el mercado eléctrico español

Hay dos principios que debes tener claros:

  • La electricidad no se almacena como el petróleo o el agua. Es decir, podemos almacenarla pero es costoso y nunca de forma duradera.
  • El consumo eléctrico no es continuo y está sujeto a variaciones estacionales y diarias (aires acondicionados en verano, horas de cenas y comidas).

Por lo tanto, si queremos que nuestros hogares tengan un suministro continuo y confiable de electricidad, debemos ser capaces de generar más electricidad de la que realmente necesitamos.

Y para hacer frente a esa demanda variable a lo largo del día, Red Eléctrica de España realiza una estimación diaria de cuál será el consumo por tramos horarios basado en la experiencia pasada y en una serie de logaritmos que han desarrollado. Sobre esa base realiza una subasta diaria para que el precio que llegue al consumidor sea el más bajo posible.

En esa subasta, los generadores de electricidad presentan sus ofertas para el día siguiente. Esas fuentes son:

  • Las centrales de energías renovables (eólica, solar e hidráulica).
  • Las centrales nucleares.
  • Las centrales térmicas, que usan carbón y gas.

Con frecuencia, las centrales de energía renovables y nucleares ofertan la electricidad a precios muy bajos, mientras que las centrales térmicas ofrecen precios mucho más altos. Sin embargo, según el sistema presente en toda la OCDE, todos los operadores cobran al precio ofertado por la última central en entrar. Por lo tanto, es difícil que los precios bajen en exceso.

Conclusiones

La bajada del IVA al 10% en el precio de la electricidad afectará a nuestro bolsillo de forma positiva, que duda cabe, como lo hará el que seamos capaces de implementar en nuestra vida las medidas de ahorro que la nueva tarificación por tramos pretende alentar.

Pero también es cierto que para que las cuentas nos salgan a largo plazo, y no solo a nivel económico, es necesaria la apuesta firme por las energías renovables por parte del gobierno y de las autoridades europeas.