Cómo afecta la ventilación en la demanda energética de edificios

Cómo afecta la ventilación en la demanda energética

Cómo afecta la ventilación en la demanda energética de edificios

Los procesos de certificación energética de edificios nos permiten garantizar unos niveles básicos de calidad en el aire interior. Ya que la ventilación de los edificios influye directamente en la salud y la factura de la luz.

Es por este motivo que la reciente modificación del documento de salubridad del CTE (DB HS3) en la demanda energética de edificios, exige encontrar un equilibrio entre las pérdidas y ganancias energéticas. Bajo el objetivo de garantizar una climatización del espacio de calidad.

Cómo influye la modificación del DB HS3 en la demanda energética

La certificación energética de los edificios establece un código de ventilación constante en locales habitables. Debido a que una mala ventilación puede alterar los factores del cálculo de la demanda energética. Disparando la factura de la luz con cualquier comercializadora eléctrica.

Reducir la demanda de calefacción

Si analizamos las pérdidas y ganancias de un edificio correctamente aislado, observamos que ahorrar en casa con la climatización debería ser un procedimiento mucho más sencillo. Las fuentes internas que generan mayores ganancias se concentran en las superficies acristaladas, seguidas de la transmisión por ventanas y puentes térmicos. De modo que aislar los puntos de calor nos proporcionará un aumento directo del bienestar en el interior de la vivienda.

Controlar el exceso de ventilación

Disipar en exceso el calor acumulado hace que se las pérdidas relacionadas directamente con la ventilación se disparen un 80%. Airear el espacio supone uno de los mayores porcentajes de pérdidas no deseadas. Ya que acaba siendo contraproducente: el exceso de ventilación conduce a un aumento indirecto de la demanda energética.

Los valores asociados a estos dos puntos son los que han puesto de manifiesto, principalmente, la necesidad de renovar el cálculo del caudal asociado al documento de salubridad DB HS3 de 2009. La última modificación llevada a cabo este pasado 2017 cuenta con el objetivo de optimizar la demanda centrándose en los puntos de renovación del aire de un edificio.

Ya que la correcta distribución de pérdidas y ganancias asociadas a las fuentes de consumo internas, nos permitirá encontrar un equilibrio en la demanda. Y la factura de la luz.

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