Eficiencia energética empresarial: más productividad y menor consumo

Eficiencia energética en las empresas:

Eficiencia energética empresarial: más productividad y menor consumo

La energía eléctrica es uno de los inputs más importantes para el sector empresarial, aunque también es una de las partidas que más presupuesto consume a lo largo del año. Dentro de los procesos productivos de una empresa, el coste de energía eléctrica asociado a este ámbito es uno de los que más peso acumula.

De ahí que sea importante que los directivos de las empresas sean conscientes de la necesidad de establecer unas medidas de consumo energético sostenibles. Gracias a ellas, factores como la productividad y la producción se verán potenciados de forma muy positiva.

Uno de los aspectos a tener en cuenta, antes de todo, es revisar la factura de la luz media que la empresa debe pagar a la compañía eléctrica contratada. Es importante que la tarifa de la luz que una empresa contrate sea la justa y adecuada a su consumo, pero también a su presupuesto. El precio del kWh, por lo tanto, debe ser el más competitivo posible dentro de las diferentes opciones que ofrece el mercado. Una vez realizado este paso previo indispensable y de comprobar las ofertas de comercializadoras de luz emergentes, será el momento de entrar en aspectos más técnicos.

TECNOLOGÍAS ELÉCTRICAS DE LA EMPRESA

Por norma general, muchas empresas desestiman medidas de eficiencia energética por el elevado coste de la inversión que suponen en un principio. Otras, en cambio, prefieren no cambiar de comercializadora de luz por lealtad a la compañía con la que llevan operando durante años.

 

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Pero este tipo de actitudes suelen afectar de forma directa a la factura de la luz a largo plazo. De ahí que sea importante conocer algunos de los aspectos más relevantes de las tecnologías que usan las empresas para su funcionamiento productivo:

  • Motores eléctricos: según el estudio “Estrategia de ahorro y eficiencia energética en España 2004-2012”, el consumo de energía eléctrica mundial asociado a este tipo de tecnología se sitúa alrededor del 60%. Y no es de extrañar, ya que de los motores eléctricos dependen de forma directa elementos tan importantes para la industria como los compresores, las bombas, la maquinaria o los ventiladores. Una de las curiosidades respecto a este tipo de tecnología es que el gasto asociado al consumo eléctrico resulta entre 60 y 100 veces mayor que la cantidad que supuso la inversión inicial en la máquina. Por eso, una de las estrategias más eficientes a la hora de ahorrar energía eléctrica es hacerse con aparatos que incluyan métodos de eficiencia energética bien definidos. Ese hecho, junto con la elección de una comercializadora de luz con precios competitivos, puede ayudar a reducir de forma considerable las pérdidas de energía que los motores eléctricos suelen producir. Este tipo de pérdidas son tres:
  • Efecto Joule: los devanados del motor suelen ofrecer resistencia al paso de la electricidad por los conductos de la maquinaria, lo que supone una pérdida de eficiencia importante que se ve reflejada en la factura eléctrica de las empresas.
  • Pérdidas magnéticas: los motores eléctricos suelen tener campos magnéticos en su interior que producen una pérdida de electricidad importante.
  • Pérdidas mecánicas: la fricción del aire y de los diferentes elementos que componen la maquinaria también suponen un factor de pérdida energética importante para las empresas.
  • Iluminación: otro de los aspectos que las empresas deben tener en cuenta a la hora de escoger una tarifa de luz para su producción es la iluminación. Resulta imprescindible para la actividad industrial, de ahí que sea importante escoger una tarifa eléctrica que se ajuste a las necesidades particulares de cada negocio. Aunque es cierto que la partida en iluminación no suele ser tan alta como otras, la eficiencia energética en este aspecto puede resultar muy beneficiosa igualmente desde un punto de vista económico y productivo. La iluminación en una empresa debe garantizar el mantenimiento de la productividad y la seguridad de los trabajadores, de ahí que la utilización de sistemas de control y gestión puede mejorar la funcionalidad de la misma, el nivel de iluminación y también el tiempo de encendido del local. Algunos de los sistemas más utilizados son:
  • Programadores horarios: se trata de interruptores horarios que sirven para controlar grupos de lámparas de forma simultánea y están especialmente indicados para aquellas industrias que tengan un horario de trabajo fijo.
  • Detectores de presencia: la finalidad de este tipo de sistemas de eficiencia de la iluminación en las empresas es ahorrar en el consumo eléctrico. Su utilización está pensada especialmente para locales donde su uso no sea continuado, como por ejemplo almacenes u otros lugares de un tránsito menor dentro de las compañías.
  • Reguladores de luz: este otro sistema reduce el flujo luminoso para adecuar la intensidad de la luz de un local dependiendo de las horas de máximo uso que se le den.

En definitiva, ahorrar en la tarifa de la luz para empresas es fácil siempre y cuando se implanten métodos de eficiencia energética como los anteriores. Además, escoger una comercializadora de luz que ofrezca precios competitivos a las empresas es también otro de los requisitos indispensables para mejorar el gasto en energía eléctrica dentro de una compañía.